Como de barro, así se pinta tú figura en mis memorias. De ese que viene de la tierra y de ese que se va al sol. Tu piel morena hace que mis raíces crezcan como un árbol.
Eres así quedita, como ese silencio en el campo durante la primavera cuando llueve solo un poquitito. Cómo las chicarras cantan así te canto yo, por las noches, para que escuches mi amor por las mañanas.
Es que de barro me quiero volver contigo. Como una taza para su chocolate o para un pulque. Me quiero volver contigo las raíces de la historia. Y es que tu piel morena fue hecha para la mía. Deja que tu color bronce siga sembrando surcos de maíz en mi corazón.
Eres como color bronce en mi ojos. Como ese que se pinta al atardecer. Así te siento, como la calma cuando el sol toca el horizonte y como el amanecer toca a la noche.
A tus manos les pertenezco, esas que me forjan como figura de barro. Y es que parece que fueras alfarero, me defines así como la silueta que se forma a la distancia en aquel atardecer cuando te conocí. Te diré, es que es ese café de tus ojos.
Quiero vivir contigo una eternidad, así como vive la historia de Quetzalcóatl o la lengua náhuatl. Déjame quedarme aquí contigo, así como la piel morena que recorre nuestros cuerpos. Quiero volverme barro contigo para así sonreírle a la tierra y darle gracias al sol.
Es que en tus ojos se refleja lo que tú ves en mi.